¿Cómo Hacer tu Propio Invernadero en Casa? - Guía Paso a Paso

Si te gusta la jardinería y quieres cultivar tus propias plantas durante todo el año, un invernadero puede ser una buena opción para ti.

Un invernadero es una estructura que crea un ambiente cálido y húmedo para las plantas, protegiéndolas de las heladas, el viento y las plagas. Con un invernadero, puedes ampliar la variedad de plantas que puedes cultivar y cosechar frutas y verduras frescas en cualquier época del año.

Sin embargo, construir un invernadero no es una tarea fácil ni barata. Requiere de planificación, materiales, herramientas y habilidades. Además, debes tener en cuenta las normativas locales sobre construcción y seguridad, así como el impacto ambiental de tu proyecto.

Por eso, antes de lanzarte a hacer tu propio invernadero en casa, te recomendamos que consideres comprar uno profesional ya que es más seguro y mejor.

Un invernadero profesional está diseñado para resistir las condiciones climáticas más extremas y tiene sistemas de ventilación, riego y control de temperatura que garantizan el bienestar de tus plantas.

Pero si aún así quieres intentar hacer tu propio invernadero en casa, te ofrecemos una guía paso a paso con algunos consejos y recomendaciones. Eso sí, ten en cuenta que esta guía es solo orientativa y que debes adaptarla a tu espacio, presupuesto y necesidades.

Paso 1: Elige el lugar adecuado para tu invernadero

Lo primero que debes hacer es elegir el lugar donde vas a instalar tu invernadero. Debes buscar un sitio que reciba al menos seis horas de sol al día, preferiblemente orientado al sur o al este.

También debes evitar las zonas con sombra de árboles o edificios, ya que pueden reducir la luz y el calor que reciben tus plantas.

Asimismo, debes asegurarte de que el terreno sea plano y firme, y que tenga un buen drenaje para evitar el encharcamiento.

Por último, debes tener en cuenta el acceso al agua y a la electricidad, así como la distancia a tu casa y a la calle.

Paso 2: Elige el tamaño y el diseño

El siguiente paso es elegir el tamaño y el diseño de tu invernadero. Esto dependerá del espacio disponible, del número y tipo de plantas que quieras cultivar, y del presupuesto que tengas.

Existen diferentes tipos de invernaderos según su forma: rectangular, cuadrado, circular, hexagonal, etc. También hay diferentes tipos de cubierta: plástico, vidrio, policarbonato, etc.

Cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes en cuanto a resistencia, aislamiento, transparencia y precio. Lo más importante es que elijas un diseño que se adapte a tu clima y que te permita aprovechar al máximo la luz solar.

Paso 3: Prepara los materiales y las herramientas

Una vez que hayas elegido el lugar, el tamaño y el diseño de tu invernadero, debes preparar los materiales y las herramientas necesarios para construirlo.

Los materiales básicos para construir tu invernadero son:

Una base o cimentación: puede ser de hormigón, madera o metal. Sirve para fijar el invernadero al suelo y evitar que se mueva o se dañe por el viento o la lluvia.
Una estructura o armazón: puede ser de madera, metal o PVC. Sirve para sostener la cubierta y dar forma al invernadero.
Una cubierta o envolvente: puede ser de plástico, vidrio o policarbonato. Sirve para crear el efecto invernadero y proteger las plantas del frío y las plagas.
Un sistema de ventilación: puede ser natural o artificial. Sirve para regular la temperatura y la humedad dentro del invernadero.
Un sistema de riego: puede ser manual o automático. Sirve para suministrar agua a las plantas según sus necesidades.
Un sistema de iluminación: puede ser natural o artificial. Sirve para complementar la luz solar cuando esta es insuficiente.

Las herramientas básicas para construir tu inverndaero son:

Una cinta métrica: sirve para medir las dimensiones del invernadero y los materiales.
Un nivel: sirve para comprobar que el terreno y la base están nivelados.
Un martillo: sirve para clavar o golpear los materiales.
Un taladro: sirve para perforar los materiales.
Una sierra: sirve para cortar los materiales.
Un destornillador: sirve para atornillar o desatornillar los materiales.
Una tijera: sirve para cortar el plástico o la tela.
Unos guantes: sirven para proteger las manos de posibles cortes o pinchazos.
Unas gafas: sirven para proteger los ojos de posibles salpicaduras o fragmentos.

Paso 4: Construye la base de tu invernadero de jardín

El primer paso para elaborar tu invernadero es hacer la base o cimentación. Esta debe ser lo suficientemente fuerte como para soportar el peso del invernadero y resistir las inclemencias del tiempo.

Para hacerla puedes seguir estos pasos:

Marca con estacas y cuerda el perímetro del invernadero sobre el terreno elegido.
Excava unos 30 cm de profundidad dentro del perímetro marcado.
Rellena el hueco con grava o piedras pequeñas hasta unos 10 cm por debajo del nivel del suelo.
Coloca una capa de hormigón sobre la grava o las piedras hasta nivelar con el suelo.
Deja secar el hormigón durante al menos 24 horas.
Coloca sobre el hormigón unos bloques o ladrillos formando un rectángulo o la forma que hayas elegido para tu invernadero.
Asegúrate de que los bloques o ladrillos estén bien alineados y nivelados entre sí.

Para aprender más sobre la preparación de tu terreno y de la base de tu terreno, lea nuestro artículo de blog dedicado a este tema.

Paso 5: Construye la estructura

El segundo paso para construir tu invernadero es hacer la estructura o armazón. Esta debe ser lo suficientemente estable como para sostener la cubierta y resistir el viento y la nieve.

Para hacerla puedes seguir estos pasos:

Corta los tubos o listones de madera o metal según las medidas del diseño elegido.
Une los tubos o listones con tornillos o abrazaderas formando arcos o rectángulos según la forma del invernadero.
Fija los arcos o rectángulos a los bloques o ladrillos de la base con tornillos o clavos.
Refuerza la estructura con tubos o listones transversales que unan los arcos o rectángulos entre sí.
Asegúrate de que la estructura esté bien sujeta y equilibrada.

Paso 6: Coloca la cubierta

El tercer paso para hacer tu invernadero es colocar la cubierta o envolvente. Esta debe ser lo suficientemente transparente como para dejar pasar la luz solar y lo suficientemente gruesa como para aislar del frío.

Para colocarla puedes seguir estos pasos:

Corta el plástico, el vidrio o el policarbonato según las medidas del diseño elegido.
Coloca el plástico, el vidrio o el policarbonato sobre la estructura cubriendo todos los huecos posibles.
Fija el plástico, el vidrio o el policarbonato a la estructura con grapas, tornillos o cinta adhesiva según el material elegido.
Asegúrate de que la cubierta quede bien tensa y sin arrugas ni grietas.

Paso 7: Instala los sistemas complementarios para tu invernadero doméstico

El último paso para construir tu invernadero es instalar los sistemas complementarios de ventilación, riego e iluminación. Estos sistemas son opcionales pero muy recomendables si quieres optimizar el rendimiento de tu invernadero.

Para instalarlos puedes seguir estos pasos:

Para el sistema de ventilación puedes optar por abrir manualmente algunas ventanas o puertas del invernadero cuando haga calor o instalar unos ventiladores eléctricos que se activen automáticamente cuando la temperatura supere un límite establecido.
Para el sistema de riego puedes optar por regar manualmente tus plantas con una manguera o un regador o instalar unos aspersores automáticos que se conecten a un depósito de agua y se programen según las necesidades de cada planta.
Para el sistema de iluminación puedes optar por aprovechar sistemas de jardín o con paneles solares de poca potencia para maximizar el ahorro.

Conclusión

Construir un invernadero doméstico con tus propias manos es viable, pero no será una tarea sencilla ni barata.

Las dificultades técnicas son elevadas y tendrás que respetar la normativa vigente en cada municipio si no quieres arriesgarte a multas o apercibimientos de las autoridades locales.

Nuestra recomendación es que elijas un modelo ya construido que se adapte a tus necesidades, son seguros, tienen las certificaciones necesarias y a la larga te ahorrarás tiempo esfuerzo y dolores de cabeza.